La tarde del Jueves Santo, día en que la Iglesia conmemora la institución de la Eucaristía y del ministerio del sacerdocio, nos reunimos para celebrar solemnemente la Eucaristía de la Cena del Señor, descubriendo en ella que Jesús no ha venido a ser servido sino a servir y a dar Su Vida en rescate por muchos.
Tras la celebración, nuestro párroco don Rafael hizo la Reserva Solemne del Santísimo Sacramento del Altar, y varios miembros de nuestra Comunidad acompañaron con cirios al Señor hasta el monumento montado para la ocasión en la capilla del Sagrario, donde pudimos disfrutar también de un momento de oración ante el Señor Sacramentado.
Haciéndose esclavo y lavando los pies a sus discípulos, Jesús nos enseñó que debemos llevar una vida de servicio y de entrega a los demás, pues sólo así podremos encontrar la verdadera felicidad.